En julio recogimos a un pajarito pero el pobre no sobrevivió... snif, snif. Sin embargo mi niña, que tiene 8 años, le dedicó este bonito homenaje: "a Piti"
Y es que, desde que hace unos años conseguimos sacar adelante a otro pajarito caído del nido, mis hijos me ven capaz de salvar a todo animalillo medio muerto que encontramos. ¡ Por favor, por favor mamá sálvalo ! Me dicen, y yo claro, no me puedo negar. En aquella ocasión tuvo un final feliz, y como en casa nos parece una bonita historia os la cuento.
Cuando lo recogimos, estaba panza arriba, taquicárdico, yo diría que agonizando. Pero ante las súplicas llorosas de mis hijos nos lo llevamos a casa. Primer problema: Los peludos, ¿Cómo convencerles de que era un lindo pajarito y no comida? Ya se me ocurriría algo.
Una vez en casa, lo metí en una cajita de cartón que rellené con tela de borreguito para que no se hiciera daño y lo dejamos tranquilo hasta el día siguiente, pues ya era tarde.
Mientras acostaba a los niños, les iba mentalizando de que tenía muy pocas probabilidades de vivir dado el estado en que lo habíamos encontrado. Al día siguiente, no sólo el pájaro seguía vivo, sino que había revivido, estaba lleno de energía.
Segundo problema: ¿Qué hacer ahora?
Sabía volar un poco pero había que darle de comer, y por otro lado seguían los peludos al acecho. Así que compramos una jaula, la subimos a una balda alta y le empezamos a alimentar con una pajita de refresco a la que recorté el extremo para que tuviese una forma de pico. Cómo comía el jodido! pero lo de la jaula no lo llevaba bien así que lo soltamos en una habitación.
Fué una proeza protegerlo de los peludos. Le pusimos de nombre Xipo, nombre de uno de los personajes de la serie de dibujos Inuyaha. Estuvo con nosotros unas tres semanas, en las que aprendió a volar, y a comer por sí solo. Después lo soltamos. Queremos pensar que le fué bien.
Los peludos siguen sin entender esta historia y siguen acechando desde la ventana por si vuelve a aparecer. FIN que ya me he enrollado demasiado, pero por lo visto mi blog es intemporal al igual que yo siempre perdida en el tiempo.